DEJAME ENTRAR
Década de 1980; suburbio de Blackeberg, Estocolmo (Suecia). A sus doce años, Oskar es un chico que sufre el acoso y las palizas de sus compañeros de clase, parece inteligente, y tiene un mórbido interés por la delincuencia y el análisis forense: en un cuaderno almacena viejos recortes de diarios sobre asesinatos. Para deshogarse, suele salir por la noche con un cuchillo, imaginando vengarse de sus acosadores. Es así como en una de esas noches conoce a Eli, quien tiene el aspecto de una chica pálida, de doce años, a la que parece no afectarle el frío y que sólo sale de noche. Aunque al principio Eli no se presenta como una persona amistosa, finalmente entabla amistad con Oskar.
Mientras tanto se suceden una serie de asesinatos en el vecindario, que tienen que ver con el hecho de que Eli tiene los hábitos de un vampiro y necesita alimantarse de sangre humana. Para ello cuenta con un pedófilo quien mantiene oculto a cambio de que le consiga a sus víctimas.
Son varios los personajes de la novela, y por medio de ellos el autor describe la vida en los suburbios de Estocolmo, a principios de la década de 1980, y enfoca temas como el lado oscuro de la humanidad, el acoso escolar, drogas, robos, pedofilia, prostitución y asesinatos. Es también una historia de amor y nostalgia entre un niño que por su timidez vive aislado, y Eli, que tiene mucha seguridad en sus acciones, pero también vive de manera aislada, por tener que ocultar su condición, y no poder moverse por donde ilumina el sol.
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